Buenos
Aires, 7 de enero de 2012
COMUNICADO
DE LA JUNTA INTERNA
SUBSECRETARIA DE DDHH E INSTITUTO ESPACIO PARA LA MEMORIA (G.C.B.A.) ATE -
CTA
Sobre el debate por los “usos” de la ex ESMA
Los
trabajadores y las trabajadoras de los Sitios de Memoria, Ex Centros
Clandestinos de Detención, Tortura y Exterminio (ex CCDTyE) “Olimpo”,
“Atlético”, “Orletti”, “Virrey Cevallos” y “ESMA” y el Parque de la Memoria – Monumento a las
Víctimas del Terrorismo de Estado queremos manifestar nuestra opinión sobre el
debate abierto en la última semana. Desde la
recuperación de cada uno de estos lugares asumimos el compromiso de dar cuenta
de la violencia genocida de la última dictadura cívico-militar argentina con la
vocación de transmitir a las nuevas generaciones lo sucedido para transformar
ese doloroso legado en herramientas para la vida.
Los decretos y documentos que dan pie a esta tarea
dicen que el objetivo principal es convertir estos sitios de muerte en lugares
de vida promocionando los derechos humanos. Algo tienen de sagrado estos
Sitios, de lugares donde el recuerdo es recogimiento, de tal forma que como
lugares sagrados se construyeron límites que hacen posible la tarea: donde hubo
tortura y encierro sólo se hacen actividades pedagógicas y de conservación. Los
otros edificios o recintos son habitados y transformados para fines vinculados
con la defensa de los derechos humanos como en cada Sitio lo problematizan los
organismos de derechos humanos, las organizaciones sociales y barriales, las
instituciones estatales, los trabajadores y trabajadoras.
¿Qué hacer con los otros espacios? es un debate que
permanece y permanecerá abierto incluso entre quienes trabajamos en estos
Sitios, los lugares entran en la dinámica del devenir que se dirime con
militancia y acción política. Ahora bien, los usos coyunturales que se hacen de
esta “sacralizad” pueden muchas veces ser arbitrarios y contradictorios. Así
una cartelera sindical, una asamblea de trabajadores/as o una marcha a favor de
los derechos laborales, pueden resultar “herejías” que atacan o agravian a la
memoria, o todo lo contrario de acuerdo a quiénes son los actores en pugna.
Una misma acción como la presentación de una murga
puede ser vista como la expresión de la organización o resistencia popular
cuando actúa en un Sitio de Memoria o una banalización absoluta cuando actúa en
otro Sitio de Memoria. La posición también muta con el tiempo. Así pues la
presencia de talleres artísticos, por ejemplo, puede ser vista como fuera de
lugar o lo más pertinente por un mismo actor pasado el tiempo.
Los/as
trabajadores/as somos en el día a día quienes sostenemos y materializamos la
producción de estas políticas de memoria. Ante el debate abierto con plena
trascendencia mediática, desde hace unos días nos preguntamos si las condiciones
de trabajo, la custodia del patrimonio que significan estos sitios, las
dificultades, alegrías y logros de esta ardua tarea de dar cuenta de la
violencia de estado y promover los derechos humanos en el presente, las
posibilidades de consolidación de estos proyectos, puedan llegar a tener la
misma trascendencia.
Carlos Caviglia
– Delegado General
Ivan Wrobel –
Delegado General Adjunto
Julieta Tacconi
– Delegada Gremial
Romina Chiesa –
Delegada de Organización
Joan Portos –
Delegado de Prensa
Contacto: 15 5053-7476